Logo Sociedad en Movimiento

Sharenting: Cuando los padres arriesgan la vida de los menores

Juan David Londoño Useche    Gloria Amparo Flórez Parra.  Docentes de Derecho de Areandina seccional Pereira   

Las fotografías, videos y recuerdos son una de las partes más hermosas de la paternidad y de la vida. No obstante, lo mejor es conocer los riesgos de compartir demasiado. Si hay algo que los padres aman hacer en redes sociales es compartir imágenes y videos de sus hijos. Incluso, antes de haber nacido, hay niñosy niñas que ya empiezan a tener una ‘huella digital’ cuando sus padres comparten las imágenes de los ultrasonidos durante el embarazo.  

Esta práctica es conocida como sharenting un término acuñado del inglés que etimológicamente se refiere a share (compartir) y parenting (criar), lo que consiste básicamente en la publicación de imágenes, videos, datos personales de hijos y familia en las plataformas digitales.  

Barclays, la compañía de servicios financieros londinense, realizó un estudio en 2018 en el que encontró que el 82% de los padres comparte información personal en línea y cerca del 30% comparte datos personales, como los nombres de sus hijos en sus contraseñas.  

Aunque no lo hagan con malas intenciones, muchas veces los padres de familia no se dan cuenta de los daños potenciales que trae consigo compartir demasiado de la vida privada. “Se corre un riesgo muy alto publicar en las diferentes redes sociales las imágenes de los niños en su cotidianidad”, afirma Gloria Amparo Flórez Parra, docente de Derecho de Areandina seccional Pereira.  

Según la experta, aunque toda la información que existe de los menores en Internet puede parecer inofensiva a simple vista de los familiares y amigos, bajo otras miradas, las fotos, videos y datos de los niños, pueden convertirse en fuente de mofas, insultos o descalificaciones y en el peor de los casos, ser de utilidad para actos criminales.  

El derecho a la intimidad  

En primera instancia, el sharenting expone a los niños a un mundo digital sin que ellos tengan la posibilidad de elegir qué se comparte de su vida y de qué manera. Es decir, está pasando por alto el derecho a la privacidad que tienen. En Colombia, desde 1992, la Corte Constitucional reconoció el derecho a la intimidad como un derecho fundamental y este consiste en permitir a las personas manejar su propia existencia como a bien lo tengan con el mínimo de injerencias exteriores.   

Resulta difícil pensar que los menores puedan saber lo que realmente suceda y no poder tomar una elección. Es mejor prever y esperar el momento en que ellos puedan elegir y tomar una decisión sobre su privacidad.   

Esto es especialmente importante si se tiene en cuenta que, una vez se comparten archivos por internet, no es fácil que su huella digital se pueda borrar del todo. No se puede olvidar que lo que a un padre puede parecer dulce o tierno, puede ser vergonzoso para sus hijos y en ocasiones puede llevar al cyberbullying. De hecho, compartir demasiado puede establecer una “reputación digital” que le perjudique su entorno social, educativo y laboral a futuro.  

  Una foto puede revelar un estilo de vida  

De acuerdo con la experta, la privacidad es tan solo una de las dimensiones a tener en cuenta. “Hay riesgos importantes cuando se comparte exceso de información en línea. Después de todo, las fotografías de antaño que solo podían ver familiares y allegados, ahora están al alcance de personas ajenas”, sostiene Flórez.  

Cuando se publica una foto en Internet, también se pueden estar compartiendo metadatos que muchas personas omiten en ese instante, como el momento en que se tomó la foto, la hora exacta, el lugar de origen, la cámara o celular con la que se hizo la foto y en muchos casos, se puede revelar patrones de la vida cotidiana como los horarios, lugares reconocidos que aparezcan en la foto y patrones de vida de los padres e hijos.  

En el peor de los casos, los padres publican información en vivo de la ubicación y la privacidad de sus hijos sin tener en cuenta que esto puede poner en riesgo su integridad. Según Juan David Londoño Useche, docente de Derecho de Areandina seccional Pereira, “no solo se expone toda la privacidad de las dinámicas de la familia, sino datos tan privados como direcciones de sus residencias, trabajos, ciudad, bienes, colegios, familia entre otros”.   

  Entre tanta información compartida, se abre una puerta para las prácticas del acoso, los ciberengaños, el grooming (cuando se engaña a menores en la red por parte de adultos para ganarse su confianza), suplantación de identidad, delitos cibernéticos y, en los peores casos, pornografía y tráfico infantil.  

  Cómo evitar ser víctima   

La mejor recomendación para evitar el sharenting es pensar antes de actuar, pensar por un segundo antes de compartir en las redes sociales cualquier contenido, imagen o video que involucre un menor de edad, ya sea un familiar o un menor ajeno. Es importante recordar que los adultos son los responsables de velar por la seguridad real y virtual de los menores. Ambos expertos señalan que es importante seguir estas sugerencias:    

- Configuración de la privacidad: Compruebe los ajustes de privacidad de las redes sociales para saber exactamente quiénes tienen acceso a lo que se publica. Verifique si el contenido publicado lo pueden ver amigos, contactos o cualquier internauta. En caso de no estar seguro con la configuración que se encuentre, desactive las funciones de ubicación y geolocalización.  

- Red de amigos: Compruebe la lista de amigos o seguidores que tenga en cada red social y evite agregar o conservar personas que no son cercanas a usted, su profesión o su familia.  

  - Verificar antes de publicar: Revise muy bien la foto o video antes compartirla en las redes y cerciórese de no revelar información personal como el número de la casa o la escuela de sus hijos.  

  - Autorización de menores: Si el contenido a publicar incluye menores de edad que son ajenos a usted, obtenga primero autorización de sus padres.   

  Finalmente, Londoño es enfático al señalar que “el uso de etiquetas en las imágenes aumenta las posibilidades de que sean indexadas en los buscadores y que cualquier persona, de la que se desconoce su verdadera intención, asocie el rostro de un menor con su identidad real” y añade: “En caso de haber personas víctimas de alguno de estos delitos, no deben dudar en denunciar lo ocurrido al Consultorio Jurídico y Centro de Conciliación “Julio Eastman Díaz” de Areandina a través del correo electrónico: consultorio@areandina.edu.co  

Fuente: Comunicaciones Areandina

Fecha: 20 de Mayo de 2021
Lugar: Colombia
Regresar
Califique esta Publicación
Puntuación: 5 / Votos: 1