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Círculo Virtuoso: avanza hacia una sociedad basada en el conocimiento

En los últimos ocho años alrededor de dos millares de estudiantes se han beneficiado con los programas que desarrolla del Circulo Virtuoso, una estrategia promovida por la sociedad civil y la academia para contribuir al bienestar de las comunidades más vulnerables a través de acciones de caracter educativo. Del Círculo Virtuoso hacen parte, en calidad de aliados, Comfamiliar Risaralda, las Universidades Libre, Cooperativa de Colombia, del Área Andina, Católica, Comfamiliar, Antonio Nariño y Tecnológica de Pereira y las Secretarías de Educación y de Salud del Municipio.  Su campo de acción toca con el desarrollo de programas de formación y acompañamiento psicosocial, pensamiento crítico y creativo, emprendimiento y formación para el trabajo, fortalecimiento de prácticas educativas, salud sensorial y un modelo bilingüe secuencial, indicó la psicóloga y especialista en derechos humanos, Olga Lucía Arbeláez Montoya, quien es la coordinadora del Círculo Virtuoso.  


¿Cuánto hace que inició actividades el Círculo Virtuoso?  

Estamos en la octava fase del Círculo Virtuoso o sea que llevamos ocho años trabajando en Pereira. La Universidad Tecnológica de Pereira tiene un programa que se llama Sociedad en Movimiento, el cual nació en el 2010 como una estrategia de movilización social en donde participaron varias personas de la sociedad civil y de la academia, quienes plantearon que en el territorio existía una deuda social grande y que desde la academia era necesario acompañar estos procesos de ciudad. Allí nació Sociedad en Movimiento con la vinculación de las universidades de la región con el fin de realizar una movilización social y apuntarle a una sociedad basada en el conocimiento. Ésta desarrollo dos líneas, una de ellas consiste en el trabajo en políticas públicas, de hecho la Sociedad en Movimiento ha estado muy atenta a la política pública de primera infancia del Municipio de Pereira y en distintos proyectos que le apuntan a la transformación social, dentro de los cuales tenemos a  Círculo Virtuoso.  


¿Y dónde inició sus labores?  

Círculo Virtuoso tiene distintos eslabones en la educación y comenzó a operar inicialmente en el el barrio Tokio en el Centro de Desarrollo Infantil, CDI llamado «Perlitas del Otún», y en la institución educativa Jaime Salazar Robledo en el 2012. Se hizo una prueba piloto en donde fueron invitados aliados como Comfamiliar Risaralda y la Universidad Tecnológica de Pereira, con el apoyo de la Secretaría de Educación Municipal. Se inició con dos componentes del área de pedagogía, que son muy interesantes, uno de ellos el bilingüismo para que los niños de primera infancia y en educación inicial, de tres y cuatro años, se inicien con ellos a mirar otras alternativas desde la educación. El otro componente se adelanta con el Centro de Emprendimiento Quinoa, que desarrolla proyectos desde la robótica y el pensamiento científico.  


¿En qué otros campos trabaja el Círculo Virtuoso?  

Círculo Virtuoso tiene distintos componentes desde la pedagogía, el acompañamiento familiar y la salud sensorial. Lo que queremos es llegar a los diferentes eslabones que presenta el ser humano. Los niños comienzan en esa educación inicial en los CDI, entre los tres y los cuatro años, luego pasan a las instituciones educativas al proceso de transición. Nosotros también acompañamos en las distintas instituciones educativas a los niños desde transición a 5o grado y la idea es que ellos puedan soñar con ir a la universidad. Nosotros trabajamos con población muy vulnerable que en algunas ocasiones esas trampas de la pobreza, que ha sido la educación por que sus papás y sus abuelos no han estudiado, muchas veces le inculcan al chico que llegue solo hasta grado 9o u 11o, pues la universidad es una ilusión. Pero realmente los niños que han estado con nosotros en Círculo Virtuoso realmente se les pretende entregar muchas más posibilidades y que entienda que sí es posible llegar a la universidad.  


¿Hoy por hoy cuántas áreas de trabajo desarrolla Círculo Virtuoso?  

Desde la pedagogía tenemos bilingüismo, pensamiento científico y música a cargo de la Universidad Tecnológica de Pereira y el programa Batuta en algunas instituciones. En el área de acompañamiento familiar tenemos profesionales en psicología, fonoaudiología, pedagogía en donde lo que se hace es acompañar a los niños y las niñas en las dificultades que puedan tener, así como también a los padres de familia y a los docentes, porque consideramos también que la familia es base fundamental en ese desarrollo de habilidades de los niños y en el progreso que pueda tener en la educación. Los papás es importante que estén ahí apoyando el proceso y lógicamente que los docentes también. Y el tercer componente es salud sensorial donde actúan las fonoaudiólogas, en donde tenemos una línea grande en acompañamiento familiar y tenemos distintos aliados como son las Universidades.  


¿Qué otras acciones han venido adelantando?  

La Fundación Universitaria del Área Andina nos acompaña con sus programas de Enfermería, Fisioterapia e  Instrumentación Quirúrgica y lo que hacen es que escogen una institución educativa, trabajan con los niños en materia de salud, les enseñan el lavado de manos, como cepillarse los dientes. Todo esto hace parte de ese complemento que se requiere trabajar juntos.  


¿Qué seguimiento le han hecho a los niños que han estado en el programa estos ocho año?  

Hay unos ocho jóvenes que estudian en la Universidad Tecnológica y en la Fundación Universitaria del Área Andina. Es como el proceso que hemos seguido de esos chicos que no solamente comenzaron en el programa sino que también acompañaron en el proceso jóvenes líderes de algunas comunas. Si se aprovecha la primera infancia y todo ese desarrollo integral que tienen los niños desde lo cognitivo, lo psicomotor, lo físico, ellos son como unas esponjas que van absorbiendo todo ese conocimiento y su cerebro se va a poder desarrollar de mejor manera. Así que ellos van a querer seguir explorando el mundo del conocimiento y de habilidades. Hay unos chicos muy pilosos que consideran que ésta fue una gran experiencia haber pasado por Círculo Virtuoso, haber liderado y estar acompañando esas situaciones, porque eso hace que ellos quieran conocer más el mundo y querer formarse. La educación es un pilar fundamental en la vida de los humanos.  


¿En cuántas instituciones están presentes y cuántos estudiantes están atendiendo?  

Tenemos distintos Círculos Virtuosos en Pereira. En Villa Santana donde atendemos el CDI y las cuatro instituciones educativas Jaime Salazar, Compartir Las Brisas, Villa Santana y Manos Unidas, en donde trabajamos con los niños de transición hasta 5o grado. En Puerto Caldas atendemos el CDI «Cosechando Sueños» y las instituciones educativas Carlos Castro Saavedra, Enrique Millán y Puerto Caldas. En el centro atendemos los dos CDI del barrio Otún, las dos sedes de San José y las instituciones educativas Jesús de la Buena Esperanza, Alfredo García, Hernando Vélez y San Vicente Hogar. Y en el Círculo Virtuoso de Salamanca tenemos un proyecto grande de viviendas del gobierno nacional, con una población muy vulnerable y muchas familias desplazadas, estamos presentes en el CDI y en la institución educativa Hugo Ángel. Así sumamos ocho CDI y doce instituciones educativas.  


¿De igual forma se trabaja en forma articulada con la Secretaría de Educación?  

Adicionalmente la Secretaría de Educación de Pereira tiene un programa llamado «Pequeños Sabios» con niños de tres y cuatro años que no pueden ir a los CDI pero que algunas instituciones educativas, 25 en total en Pereira de las cuales trabajamos con ocho, en donde también atendemos a los niños en casi todos nuestros componentes.  


¿Tienen alguna estadística sobre cuántos niños han atendido en estos ocho años?  

Desde la primera fase fuimos creciendo, allí atendimos 300 niños, en la segunda 600 y este año estamos en un promedio de atención, entre los niños, las niñas, los docentes y las familias son unos 2000.  


¿Con estas acciones se puede romper la brecha entre la educación pública y la privada?  

La apuesta es grandísima para poder romper esa brecha y, sobre todo, de informar porque muchas de las cosas que a  veces pasan en estas poblaciones vulnerables es que la gente no sabe a que tiene derecho, a la educación, a la salud, a que se rompan las barreras en los procesos de formación. En el colegio Hernando Vélez tenemos una experiencia muy bonita con los jóvenes e 10o y 11o, en donde nos acompaña a la Fundación Universitaria Comfamiliar Risaralda, que asesoran a los chicos en el proceso vocacional, les aplican unas pruebas, realizan talleres de motivación en habilidades sociales y emocionales, en donde los mismos estudiantes van descubriendo qué es lo que quieren y cuál es su perfil. La misma Universidad les ha brindado becas y el año pasado tuvimos ocho jóvenes que están cursando allí sus carreras. Este año también estamos haciendo allí con los alumnos de grado 11o un proceso que tiene que ver con el emprendimiento, porque hay muchos jóvenes que tienen ideas de emprendimiento a los cuales estamos acompañando.  

  

¿Con qué actividades van a cerrar este año?  

Como novedad tenemos este año un aliado que es la Fundación Frisby que está trabajando con nosotros en el tema de educación biocéntrica y estamos impartiendo formación a las normalistas. El programa de «Pequeños Sabios» de la Secretaría de Educación está a cargo de la Normal Superior en donde los alumnos que están en formación y en proceso de graduarse son los que acompañan a los niños en habilidades para la vida y también Quinoa en Pensamiento Científico.  


¿Y qué planes se han trazado para la vigencia del 2020?  

Este año también tenemos la Fundación Universitaria de Las Américas en el sector de Salamanca con el programa de odontología y trabaja mucho con las familias. Y tenemos todo un equipo de las universidades que tienen el área de familia, como los programas de psicología de las Universidades Antonio Nariño y Católica de Pereira y  la licenciatura en Etnoeducación de la Universidad Tecnológica que nos apoyan el trabajo con las familias. Nos hemos dado cuenta que podemos trabajar con el niño y con el maestro en el aula, pero cuando el alumno llega a la familia hay cosas que se van perdiendo. Y estamos proyectándonos para el 2020, vamos a dejar la propuesta lista en la Secretaría de Educación y la idea es continuar y ampliar la cobertura del programa porque hay muchas problemáticas sobre todo en el campo de la familia y el acompañamiento en el área de la salud.  


Fuente: eldiario.com


Fecha: 08 de Octubre de 2019
Lugar: Colombia
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