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Nuestro Objetivo 15 ODS: Vida de ecosistemas terrestres risaraldenses

Por: James Fonseca M, para Sociedad en Movimiento  


El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, publicó los Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus fundamentos conceptuales.   

Sobre el Objetivo 15: Vida de ecosistemas terrestres, dice: « La vida humana depende de la tierra tanto como del océano para su sustento y subsistencia. La flora provee el 80% de la alimentación humana y la agricultura representa un recurso económico y un medio de desarrollo importante. A su vez, los bosques cubren el 30% de la superficie terrestre, proveen hábitats cruciales a millones de especies y son fuente importante de aire limpio y agua. Además, son fundamentales para combatir el cambio climático.  

Cada año se pierden 13 millones de hectáreas de bosques, mientras que la degradación persistente de las tierras secas ha llevado a la desertificación de 3.600 millones de hectáreas, afectando desproporcionadamente a las comunidades pobres.  

Mientras que el 15% de la tierra está protegida, la biodiversidad todavía está en riesgo. Cerca de 7.000 especies de animales y plantas han sido objeto del comercio ilegal. El tráfico de vida silvestre no solo erosiona la biodiversidad, sino que crea inseguridad, alimenta el conflicto y alimenta la corrupción.  

Se deben tomar medidas urgentes para reducir la pérdida de hábitats naturales y biodiversidad que forman parte de nuestro patrimonio común y apoyar la seguridad alimentaria y del agua a nivel mundial, la mitigación y adaptación al cambio climático, y la paz y la seguridad.»  

Este objetivo y sus tareas, conciernen, muy especialmente, a los colombianos, pues nuestro país contiene cerca del 14% de la diversidad biológica del planeta, lo que lo sitúa como segundo del mundo, superado solamente por Brasil; país con el compartimos la cuenca del Amazonas, el mayor receptáculo de vida diversa en la tierra, además, porque en Colombia se sitúa la mayor porción del Chocó Biogeográfico, una región que alberga otros ecosistemas diversos e irrepetidos en el planeta.   

Refiriéndose a la parte colombina de esa zona biogeográfica, el libro EL CHOCÓ BIOGEOGRÁFICO  DE COLOMBIA, de la Colección Ecológica del Banco de Occidente, anota: «Aunque en extensión equivale a menos de una décima parte de toda la Amazonia, el Chocó Biogeográfico  —que contiene la única selva lluviosa tropical continua en el Pacífico americano— es una de las regiones del planeta que posee la biota más diversa, con una riqueza excepcional de plantas, aves, reptiles, anfibios y mariposas, entre otros; también registra una de las más altas tasas de pluviosidad, que da origen a algunos de los ríos más caudalosos del continente, como el Atrato y el San Juan, que desembocan en el mar Caribe y el océano Pacífico respectivamente.»  

En la biogeografía, que es la ciencia que estudia la distribución de los seres vivos en nuestro planeta, el Chocó Biogeográfico es una zona que comprende algo más de 187.000 km2 y trasciende las fronteras de Colombia, pues su límite Norte se sitúa en la provincia de Darién, en la costa pacífica panameña y su extremo Sur en la provincia de Manabí, al noroccidente del Ecuador, de manera que comprende todo el litoral  Pacífico colombiano, e incluye también la región de Urabá, en nuestra costa occidental del mar Caribe y el valle medio del río Magdalena en el interior del país.  

Por el occidente cubre hasta la Isla Gorgona, frente a la costa colombiana, y el archipiélago de Las Perlas que pertenece a Panamá, el límite oriental se ubica en la línea divisora de aguas de nuestra Cordillera Occidental y de los Andes ecuatorianos.  

La parte que le corresponde a Colombia en el Chocó Biogeográfico abarca todo el departamento de Chocó y fracciones de Antioquia, Risaralda, Valle del Cauca, Cauca y Nariño.   

Los antecedentes climáticos y biológicos del Chocó Biogeográfico se desprenden de la elevación de la cordillera de los Andes, que comenzó hace 23 millones de años y terminó hace unos 5 millones de años, elevación que  aisló el noroccidente de Suramérica de la Amazonía y de los valles interandinos.   

Desde entonces la cresta de la nueva cordillera retiene la humedad del Océano Pacífico generando uno de los climas más húmedos del mundo, con un promedio de 12.000 mm3 de lluvia por año. El municipio de Lloró, en el departamento de Chocó, en Colombia, es considerado el lugar de la tierra donde más llueve, pues su precipitación anual tiene un registro de 13.300 mm3, con lluvias en 270 días de cada año.  

Los fenómenos referidos hicieron del Chocó Biogeográfico una región con características sin paralelo en el planeta y condicionaron los procesos de adaptación y evolución de gran número de especies que emergieron de ella como endémicas, pero también la convirtieron en un corredor biológico que une a Suramérica con el Norte del continente, lo que posibilita la migración y el flujo genético y, en consecuencia, la conservación de muchas especies.    

Según la enciclopedia digital Wikipedia «La alta pluviosidad, la condición tropical y su aislamiento (separación de la cuenca amazónica por la Cordillera de los Andes) ha contribuido para hacer de la región del Chocó Biogeográfico una de las más diversas del planeta: 9.000 especies de plantas vasculares, 200 de mamíferos, 600 de aves, 100 de reptiles 120 de anfibios. Hay un alto nivel de endemismo: aproximadamente el 25% de las especies de plantas y animales de las registradas en Colombia.»  

Entre las muchas especies que aprovechando los recursos que ofrece su biodiversidad, llegan a nuestro Chocó Biogeográfico para descansar de largas travesías, pasar el invierno, reproducirse o alimentarse, durante algunos meses de cada año, están las pequeñas mariposas monarca que vuelan hasta 6.000 kilómetros desde Canadá y Estados Unidos, para invernar cerca del ecuador y las gigantescas ballenas yubarta, que viajan 8.500 kilómetros, desde la Antártida, para reproducirse en nuestro litoral pacífico.   

El Chocó Biogeográfico está compuesto por suelos que van desde planicies fluviomarinas y aluviales, hasta abruptos puntos montañosos, de altitudes que suben hasta los 5.000 msnm. Esta pluralidad de alturas y formaciones ha creado una variedad de ecosistemas propios, entre los que se destacan los manglares, las ciénagas, los bosques inundables, los bosques secos, los bosques húmedos y nubosos y los páramos.  

Dentro de la extensa zona que tiene Colombia en el Chocó Biogeográfico y entre los municipios de Santuario, Pueblo Rico, Apía y La Celia en Risaralda; San José del Palmar y Tadó en el Chocó y El Águila en el Valle del Cauca, se eleva el Páramo Tatamá, que alcanza 4.200 msnm. Un territorio megadiverso que el mundo científico considera santuario de vida y una de las maravillas naturales del continente americano por el excelente estado de conservación de sus ecosistemas, que le ha valido su inclusión en la Green List, una herramienta de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, donde solo están registradas las áreas mejor conservadas del mundo.  

El Páramo de Tatamá y los páramos del Sol en Frontino, Antioquia, y El Duende, en el límite entre Valle del Cauca y Chocó, son los únicos tres páramos de Colombia que no han sufrido alteración humana apreciable, por lo que se les considera zonas vírgenes.  

El P.N.N. Tatamá comprende una extensión de 51.900 has y dentro de él se ubica una importante cantidad de humedales y lagunas, de su ladera occidental se desprenden varios cauces que tributan al rio San Juan y por sus otros lados se forman afluentes del rio Cauca que son fuentes de agua para los municipios risaraldenses de La Celia, Santuario, Apía y Pueblo Rico.  

Se ha estimado que en el Tatamá tienen su hábitat 51 familias, 270 géneros y 402 especies de aves, 110 especies de 67 géneros de mamíferos entre los que se destacan el oso de anteojos, el puma y el jaguar, especies amenazadas de extinción; además, 108 especies, pertenecientes a 51 géneros y 9 familias de reptiles. El parque alberga también una amplia la variedad de especies vegetales, entre las que se debe resaltar una buena cantidad de árboles de maderas finas, algunas en peligro de extinción y 564 especies y morfoespecies de orquídeas.   

Tatamá, en buena parte, debe su conservación a su inaccesibilidad y al aislamiento de su ubicación, combinados con unas condiciones climáticas extremas; otra parte a haber sido declarado Parque Nacional Natural, lo que le dio la condición de área protegida, según el Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas, suscrito por Colombia en Rio de Janeiro, Brasil, en 1992.  

Ese instrumento, en su preámbulo expone: «Las Partes Contratantes, CONSCIENTES del valor intrínseco de la diversidad biológica y de los valores ecológicos, genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos de la diversidad biológica y sus componentes. Conscientes así mismo de la importancia de la diversidad biológica para la evolución y para el mantenimiento de los sistemas necesarios para la vida de la biosfera (…) DESEANDO fortalecer y complementar los arreglos internacionales existentes para la conservación de la diversidad biológica y la utilización sostenible de sus componentes, y RESUELTAS a conservar y utilizar de manera sostenible la diversidad biológica en beneficio de las generaciones actuales y futuras (…)».   

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, la misma que tiene incluido el parque en la Green List, advierte en la página web que le dedica, sobre desafíos presentes: «El Parque Nacional Tatamá enfrenta grandes desafíos de conservación. La minería de oro, las actividades agrícolas y el desarrollo de infraestructura, particularmente las carreteras, son amenazas críticas.   

Entre otros problemas figuran el desplazamiento masivo en el área, la entrada y el desarrollo de casas que no han sido regulados, las bases militares y las líneas eléctricas también crean problemas adicionales.» 

En el Plan Básico de Manejo 2.005 – 2.009, la administración del Parque Nacional Natural Tatamá publicó un listado de riesgos que se ciernen sobre el parque con el siguiente texto:   

• «Asentamientos humanos, localizados al interior del área en dos sectores y en la zona de influencia del Parque relativamente lejos del límite inferior del área protegida.  

• Ampliación de la frontera agropecuaria, especialmente hacia la vertiente oriental de la Cordillera Occidental, en las cuencas Cañaveral, Mapa y San Rafael.  

• Acceso de turistas, principalmente en la cuenca del río San Rafael; en menor proporción en el acceso a Cascadas, Vereda Tatamá y el predio Karagaví (Reserva Natural Karagaví, del Grupo GER).   

• Se presume como un impacto futuro el acceso de turismo al Parque Municipal Natural Rionegro (Pueblo Rico).  

• Fragmentación de ecosistemas, asociado a la expansión de la frontera agrícola principalmente en la cuenca del Río Peñas Blancas, por fenómenos geomorfológicos en el sector de El Águila y por la apertura de vías en el sector de Paraguas, la Línea, Novita, facilitando además la extracción de madera y de material vegetal.  

• Cacería, ubicada alrededor de los asentamientos humanos principalmente en el sector Oriental (Pueblo Rico) y la zona de influencia del Parque.  

• Quema, especialmente en la cuenca del Río Cañaveral 

• Avalanchas, identificadas en la cuenca de Cañaveral, San Rafael, Tamaná e Ignara, sumado a la amenaza sísmica como factor disparo.  

• Extracción minera, ubicada en las minas de oro y plata en el Río Tiro y Condoto y la Quebrada La Esmeralda.  

• La presencia de conflicto armado en la zona de influencia del Parque.»  

 

 

Además, señala el Plan que, para zonas situadas a unos cinco kilómetros del límite del parque, había, en la época, tres solicitudes para exploración de hidrocarburos, una amenaza mayor por el impacto que podría producir esa actividad sobre entornos próximos al Parque.  

Daisy Gabriela Guerrero Obando, para obtener el título de Magister en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, presentó, en 2017, a la Universidad de Manizales, la tesis Factores generadores de las Dinámicas de Ocupación y "Ordenación" del Territorio en el Área de Influencia del Parque Nacional Natural Tatamá, donde aparece un valioso resumen de los títulos y solicitudes contenidas en el Catastro Minero Colombiano, para la zona del P.N.N. Tatamá , de él extrajimos los que afectaban,  o podrían  afectar directamente, el territorio del parque, que son 26 títulos expedidos así: Municipio de Tadó, 7; El Águila 1; Santuario 8; Pueblo Rico 9; Apía 1. Entre sus objetos estaban: extracción de oro, platino, minerales de cobre, minerales de zinc y sus concentrados, manganeso y Materiales de construcción y demás concesionables. También 26 solicitudes de licencia, en trámite, para las mismas extracciones.  

La firma del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas y los argumentos y promesas que él contiene, comprometen a todos los colombianos, ante la población del mundo, a conservar su porción de la Amazonía y su parte del Chocó Biodiverso  

Como no fue posible encontrar noticias sobre la desaparición de los riesgos descritos para el Páramo Tatamá y no hay razón para pensar que por el simple paso del tiempo hayan desaparecido, la comunidad de Risaralda, que es el departamento con más municipios en el  Parque Tatamá,  debe estar atenta a las amenazas referidas y buscar su neutralización como parte de su responsabilidad con el planeta, y el Estado colombiano las debe afrontar conforme a su compromiso con el cumplimento del Objetivo 15 de los O.D.S.  

Dada la riqueza y exclusividad de la biota existente en el Páramo de Tatamá, las principales acciones de conservación de los gobiernos y la comunidad de Risaralda, encaminadas a cumplir con el ODS 15, deberán enfocarse en la conservación de la integridad ambiental de ese Parque Natural Nacional, pues en ninguna otra parte de nuestra geografía, se lograría un impacto tan valioso para todo el planeta.  

Las comunidades de Santander y Norte de Santander han logrado preservar su Paramo de Santurbán de diversas amenazas, mediante su unión organizada, un ejemplo que aquí debemos considerar.  

 

 


Fecha: 21 de Mayo de 2021
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