Con el lema “Comprometidos de corazón, gestionamos el cambio para el desarrollo humano y regional”, la Universidad Católica de Pereira adoptó su plan de desarrollo estratégico para el período 2.021-2.025, el cual se constituye en la carta de navegación que se enmarca en una propuesta integradora y multidimensional, que busca impactar el cumplimiento de la misión y la visión institucional.
La formulación del plan se llevó a cabo con la participación de la comunidad universitaria a través de sesiones de trabajo y construcción colectiva, y es una apuesta estratégica que busca fortalecer capacidades para afrontar un entorno dinámico, globalizado y competitivo. La UCP desarrollará este nuevo plan bajo cinco dimensiones que buscan consolidar la capacidad académica, investigativa y administrativa por medio de 20 proyectos estratégicos
El Rector, padre Behitman Alberto Céspedes De los Ripios, dijo que con este nuevo Plan, la UCP se perfila hacia un cincuentenario de liderazgo en programas y procesos de integración con la comunidad
y como institución dinamizadora del cambio mantiene su compromiso con el desarrollo humano y el crecimiento económico, social y sostenible del territorio, aportando al bienestar y el mejoramiento de la calidad de vida. Sobre los alcances del Plan de Desarrollo de la Universidad
Católica de Pereira 2021-2025, hablamos con Daniel Leonardo Perdomo Gamboa, Director de Planeación y Calidad.
¿Cuál es la importancia del plan de desarrollo para la UCP?
El plan estratégico de desarrollo es muy importante no solo como Universidad sino como región, porque en una apuesta de desarrollo como la que tiene la ciudad, donde la educación es el instrumento fundamental para la transformación social, las universidades y las instituciones de educación superior juegan un rol muy importante desde el punto de vista de la cobertura y la calidad educativa, así como desde la perspectiva de la posibilidad de incidir, de actuar, de participar activamente en esos procesos.
Nuestro nuevo plan pone a la Universidad Católica de Pereira en una serie de retos en ese sentido, unos retos que están al servicio de la comunidad, del desarrollo regional y de la internacionalización.
Ese pensamiento de largo plazo contribuye al desarrollo regional y, de manera indirecta, al crecimiento de los estudiantes y de los profesionales que hacen parte de nuestra comunidad educativa.
¿Cómo se construyó este instrumento de planificación?
Hicimos un ejercicio de construcción colectiva muy interesante con la vinculación activa de todas las instancias de la UCP, desde la alta dirección en cabeza del Consejo Superior, pasando por la rectoría, las vicerrectorías, las decanaturas, las direcciones de programas y administrativas y la participación de los docentes, estudiantes, administrativos, en un ejercicio de mesas de trabajo permanentes durante el segundo semestre del año pasado para poder recoger la intencionalidad de nuestros funcionarios, pero también los deseos y la experiencia, para plantear un esquema de desarrollo futuro ambicioso y coherente con las capacidades de la universidad y con los deseos de la comunidad educativa y, por supuesto, en el entorno de la realidad social de Risaralda y el Eje Cafetero y con la realidad del escenario de pandemia a la cual la UCP no es ajena.
¿Cuáles son las cinco dimensiones que soportan este plan?
Estas cinco dimensiones coinciden con toda la estructura de desarrollo de la universidad:
1o. La dimensión del ser humano.
Para nosotros la construcción del proyecto de vida de los estudiantes, docentes y administrativos, la formación integral del ser humano, es fundamental. Allí se conjuga el proceso de acceso, de permanencia, de egreso exitoso de los estudiante, así como también la configuración del proyecto de vida de nuestros estudiantes.
2o. La dimensión de la formación centrada en el estudiante, que plantea una revisión estructural
del modelo pedagógico, el proyecto educativo, los procesos formativos al interior de la universidad, centrándonos cada vez más en la importancia del estudiante como actor propio y vivo de su desarrollo, tanto desde ese proyecto de vida como desde la capacidad de aprender a aprender y de conocerse a sí mismo para poder desarrollar sus propias competencias. Así mismo unas estructuras con todo el soporte del liderazgo, la formación integral, la formación en contexto y la formación ciudadana.
3o. Esta dimensión integra todas las funciones sustantivas de la educación superior como la calidad de la educación, la ampliación de la oferta educativa en pregrado y postgrado, en las modalidades presencial y virtual, la investigación y la extensión, la innovación educativa, la proyección social, los procesos de aseguramiento en la calidad.
En síntesis es todo el marco misional de la UCP al servicio de los estudiantes y del desarrollo de todo el equipo de trabajo.
4o. Esta dimensión está enfocada en el contexto, es la universidad puesta en un entorno regional.
De hecho esta dimensión se llama Impacto Regional, Nacional e Internacional, lo que hace referencia al impacto de lo que hace la universidad desde las funciones sustantivas de la docencia, la investigación y la extensión, puestas en el territorio, en la ciudad, en la región, en el país, así como en su participación activa en los procesos y proyectos de desarrollo de trabajo y de gobierno colegiado de la ciudad y el departamento. Además de la internacionalización de currículo y no solo la apuesta por el inglés como lengua fundamental para docentes y estudiantes, sino el multilingüismo que es pensar en una universidad de carácter global e incluyente por lo que nuestros docentes y administrativos deben conocer la lengua de señas y la lengua Embera para poder incluir a la población que requiere y tiene en su proyecto de vida el acceso a la educación superior.
5o. La dimensión asociada a la gestión organizacional y al desarrollo institucional que transversaliza el quehacer de la Universidad y que tiene el sistema integrado de gestión, de gobierno corporativo y la estructura física y tecnológica como soporte del desarrollo de la Universidad. Estamos trabajando en la formulación del plan de ordenamiento de campus y el plan estratégico de tecnologías de la información, el sistema integrado de gestión y gerencial y la apuesta de sostenibilidad financiera y organizacional. Es una dimensión que cobija todas las capacidades transversales que permitan el desarrollo misional de la universidad y desde la universidad para la región.
¿El modelo educativo será combinado: presencial y virtual?
Parte de la apuesta que estamos trabajando es aprovechar el boom que se generó en razón de pandemia el año pasado, la universidad y la sociedad toda han aprendido a convivir de la mejor manera con las tecnologías de la información y la comunicación, lo que nos aceleró la penetración de estas tecnologías.
Allí hemos hecho un ejercicio muy importante de adaptación para tener la presencialidad, hoy por hoy iniciamos la presencialidad con alternancia, la cual nos debe permitir además mantener los procesos de atención remota a los estudiantes y fortalecer los procesos de virtualidad. Esperamos prestar la atención presencial para los estudiantes y la comunidad en nuestras instalaciones, pero con una mirada al mundo en la atención remota en cualquier parte del país o del mundo usando la virtualidad como una herramienta fundamental para romper fronteras y llevar el conocimiento a cualquier rincón del país.
¿Se está pensando también en nuevos programas académicos?
El plan estratégico contiene una apuesta por el crecimiento de la oferta académica, la cual debe tener una diferenciación muy cercana a lo que la región necesita, pero también con una apuesta en esa doble vía de la atención presencial y virtual, buscando la atención y la cobertura a distintos sectores de la región del Eje Cafetero que sabemos que tienen interés en avanzar en estos procesos de educación superior y que requieren programas formativos para generar transformaciones sociales y mejorar las condiciones desarrollo del territorio.
Fuente: eldiario.com.co