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Lo que deja una brecha en la educación

El Panorama  


Las cifras sobre los estudiantes de 9° grado con un nivel avanzado o satisfactorio en las pruebas estandarizadas nacionales de matemáticas y lenguaje durante en los años comprendidos entre 2015 y 2071, donde los estudiantes de los IE oficiales obtuvieron entre el 22,50% y el 27,50%, para matemáticas y entre 42,00% y 53,00% en lenguaje, mientras los alumnos de los colegios privados llegaron al 51,00 y 57,00% y entre el 73,00 y el 79,00%, respectivamente en las dos asignaturas, dejan inquietudes mayores que no pretendemos abordar en este texto, salvo la que es más impactante: la brecha entre los resultados de la educación pública, frente a la privada, en las pruebas de Estado.  

Aunque ella, en sí misma, no es una novedad, pues se viene presentando desde cuando se tiene historia de estas mediciones, el que se haya mantenido casi inalterada a lo largo de todos estos años, debe generar una preocupación mayor en la comunidad pereirana, además de generar el propósito de avanzar con urgencia en soluciones, pues las Instituciones de Educación pública de Pereira atienden, en 2020, poco más de 71.000 de estudiantes, llamados a ser coautores del desarrollo futuro de la ciudad.   

Paradójicamente, a pesar de la extensa duración del fenómeno, no existe ningún análisis que contenga, por lo menos, un examen somero de su magnitud y de sus causas en la órbita local, por lo que es necesario hacer la aproximación a través de los pocos estudios que han abordado el tema en el contexto nacional.   

En el documento “Evaluación y análisis de eficiencia de la educación en Colombia” elaborado por Ana María Iregui B., Ligia Melo B. y Jorge Ramos F. y publicado por el Banco de la República en febrero de 2006, encontramos el siguiente aparte, que le pone cifras al problema.  

“Por su parte, los indicadores de calidad señalan que los mejores colegios del país corresponden a instituciones no oficiales y que es muy bajo el porcentaje de colegios públicos que se encuentra en las categorías alta, superior y muy superior. En efecto, en el año 2003, mientras el 30.9% de los colegios privados estaban ubicados en estas tres categorías, solo el 8.8% de los colegios públicos lograron esta clasificación.”  

Sin embargo, agrega: “Si bien la mejor educación del país es ofrecida por instituciones privadas, un alto porcentaje de colegios no oficiales presentan resultados deficientes.   

Con relación a la educación oficial se observa que entre 1997 y 2003 más del 90% de los colegios públicos se clasificó en las categorías media, baja, inferior y muy inferior. Para las mismas categorías en el sector no oficial, este porcentaje se acerca al 70%, lo cual sugiere que el suministro de la educación por parte del sector privado no siempre es garantía de calidad”  

Entonces, para poner en perspectiva la calidad de la educación en Colombia, podemos concluir que la mayoría de los colegios del país, en el periodo estudiado, se clasificaba en las categorías media, baja, inferior y muy inferior y que solo un escaso grupo de planteles estaba en las categorías alta, superior y muy superior y, dentro de ese grupo, más del 90% fueron colegios privados.   

La magnitud del fenómeno se ha mantenido en el tiempo, según un estudio presentado por el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana y citado por el diario El Tiempo, en su edición del 18 de octubre de 2020: “(…) la brecha entre instituciones públicas y privadas no presentó mayores variaciones entre 2018 y 2019. Esta tendencia se mantiene desde el 2005 y, si bien no se puede decir que esta diferencia esté aumentando, resulta preocupante que en 15 años tampoco se haya logrado disminuir”  

La misma publicación anota: “A partir de esa mirada nacional, la investigación también halló que los estudiantes que asistieron a colegios oficiales (en 2019) obtuvieron en promedio un puntaje global de 241 puntos, por debajo de los resultados nacionales.  

En contraste, quienes asistieron a colegios privados tuvieron una calificación promedio de 266, es decir, 18 puntos por encima del promedio nacional y 25 puntos sobre los colegios oficiales.”  

Las Causas    

En un interesante documento escrito por Felipe Barrera y Alejandro Gaviria y publicado por FEDESARROLLO en 2003; sobre la eficiencia de las escuelas colombianas, utilizando la metodología de análisis envolvente de datos, aparecen las siguientes conclusiones:    

“Primero, las escuelas públicas son, en promedio, relativamente ineficaces para proporcionar puntajes de pruebas, pero son relativamente eficientes al proporcionar puntajes de exámenes e inscripción.


 

 

En segundo lugar, dados los precios de los insumos, las escuelas públicas son, relativamente, más ineficaces que las privadas.”  

La conclusión de los autores aborda una de las que pueden ser causas del problema: la eficiencia en gasto de las IE públicas, frente a las privadas, lo que se refleja en infraestructura, ayudas académicas y en remuneración de los docentes, factor este último, que incide directamente en la calidad de la educación, pues permite que los establecimientos privados pueden atraer los mejores profesores.  

Al respecto, el documento, “Evaluación y análisis de eficiencia de la educación en Colombia” ya citado, de Iregui, Melo y Ramos,  señala: “En cuanto a los procesos de selección, nombramiento, ascenso y retiro del personal docente, la legislación ha logrado algunos avances sobre los mecanismos de evaluación de desempeño, incorporación de docentes al escalafón, y modificación al régimen pensional.  

Sin embargo, existen dudas acerca de si los incentivos establecidos en el actual estatuto  docente son los más apropiados para asegurar una mayor idoneidad de los maestros  oficiales y un mejoramiento en la calidad del sistema educativo. Algunos analistas han  argumentado que una escala salarial tan rígida no permite premiar el esfuerzo de los   mejores maestros. De otro lado, queda la duda sobre la capacidad del nuevo estatuto para  independizar el papel de la política de los procesos de selección, nombramiento y ascenso   de docentes, así como para evitar que se continúen utilizando prácticas fraudulentas  tendientes a la obtención de títulos y certificados para ascender en el escalafón”.  

De otro lado, Gaviria, A. y Barrientos, J. (2001)., en “Determinantes de la calidad de la educación en Colombia”. (Departamento Nacional de Planeación, Archivos de Economía 159) presentan las siguientes conclusiones: “i) la educación de los padres afecta el rendimiento académico de manera significativa; ii) en el caso de los planteles privados, la educación promedio de los   profesores y el número de docentes por alumno están asociados positivamente con la   calidad; y iii) a pesar del aumento considerable del gasto público en educación, la   diferencia entre los planteles públicos y privados ha permanecido prácticamente constante.”  

De lo último derivan que la calidad de la educación pública, más que un problema de recursos, lo es de mala dirección organizacional y de falta de incentivos para los docentes.  

Por lo anterior debemos anotar, como otra causa, la falta de eficiencia en la administración de la educación pública. Carlos Roberto Peña, director de la consultora “Sapiens Research”, declaró a la prensa, en diciembre de 2019, sobre la diferencia en la calidad de la educación, entre las IE del Estado y las de propiedad particular: “Eso demuestra la calidad tan poco buena de los colegios oficiales. Un inmenso porcentaje de los colegios públicos está en una grave situación académica. En el Ranking Col-Sapiens 2019, de los más de 9.300 colegios públicos activos del país, solo clasificaron un poco más de 100. Son contados los que se destacan en el aspecto académico, pero es porque aplican estrategias administrativas y pedagógicas muy buenas o porque tienen acompañamiento de entidades externas". 

En la Revista Desarrollo y Sociedad, correspondiente al Primer semestre de 2018 aparece el artículo   

“Análisis de la eficiencia educativa y sus factores explicativos considerando el efecto de la titularidad en Colombia con datos Pisa 2012”, de Justo de Jorge-Moreno, Javier Díaz Castro, Diana Victoria Rodríguez Vega y José Miguel Segura Gutiérrez de cuyas conclusiones resulta pertinente traer los siguientes apartes: “Los principales resultados alcanzados revelan las diferencias de eficiencia entre escuelas públicas y privadas, tanto bajo la consideración de una única frontera de producción, como con la utilización de metafrontera* y, por tanto, la consideración de diferentes fronteras. Así mismo, los resultados de considerar la influencia de los efectos estudiante y escuela como componentes de la ineficiencia, indican 

 

que estos últimos tienen menores niveles ineficiencia que los primeros, para ambos tipos de escuela.” (…)   

“En relación con los factores determinantes de la eficiencia, la pertenencia de los alumnos a familias monoparentales o nucleares implica mayores niveles de eficiencia que cualquier otro tipo de tutela (…) La mayor formación de los padres se relaciona con niveles superiores de eficiencia, en forma cuadrática, en el caso de la frontera global y de las escuelas privadas.”  

Y luego agregan: “La mayor disciplina en el aula implica que el proceso de aprendizaje se desarrolló en un ambiente sin conflictos, lo que favorece la eficiencia. El tamaño del aula no resultó ser significativo. Finalmente, la localización de la escuela resultó ser significativa en el caso de la titularidad pública.”  

* Es un Paradigma Pedagógico construido para el Sistema Educativo Mexicano por el Dr. Juan José Pérez Perusquía. El desarrollo de la educación y la solución de sus problemas actuales, desde un enfoque que va más allá de los límites establecidos en que se sustenta un Modelo Educativo (https://es.slideshare.net/)  

 

Conclusiones   

  Aunque es evidente que entre los orígenes de la brecha hay factores que, como la educación de los padres, son imposibles de sortear, hay otros pueden remediarse o mitigarse con acciones concretas y voluntad política, o mejorando, a través de estímulos bien formulados, innovaciones pedagógicas, pero no es nuestra intención presentar soluciones en el coro espacio de este texto, pues ellas requieren de estudio y planificación.   

Tan solo queremos señalar que lo real detrás de la situación que aquí ponemos en relieve, es la ineficiencia en la educación de los jóvenes pereiranos, que no solo es frente a las pruebas de Estado, sino que es visible en su desenvolvimiento futuro, por ejemplo, en las dificultades de lectura critica y expresión escrita, cuando logran llegar a la universidad.  

Una sentencia que aparece en el documento “La calidad de la educación en Colombia: un análisis y algunas opciones para un programa de política”, publicado por el Banco Mundial en 2009, expone la consecuencia cierta de no resolver el problema: “Para que Colombia logre un crecimiento económico sostenible y equitativo, tiene que mejorar los resultados del aprendizaje entre todos sus estudiantes, pero en particular entre la proporción significativa de su población que no logra  

niveles mínimos de desempeño”.  

Esto también es válido en el contexto local de Pereira.  

 

Fotografía  tomada de  https://ethic.es/


 

   


Fecha: 12 de Noviembre de 2020
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