*Julian Darío Barrero –
Jenny Carolina Ramírez Leal
Columnista
En época de crisis emergen experiencias pedagógicas desde las instituciones educativas para reflexionar sobre la practica en el aula; exaltando las mediaciones tecnologías como vehículo que resignifica la modalidad de educación a distancia en la cual tiene sentido nuestro que hacer formativo. Es así como se forja un mundo de posibilidades quizás para muchos desconocidos, pero también muchos retos, los cuales dan soporte a la estrategia de formación del Instituto de Educación a Distancia de la universidad del Tolima, a través de: la autonomía, autoformación, el aprendizaje significativo y colaborativo.
Estos nuevos escenarios Pandémicos trasforman de manera acelerada la concepción actual del mundo; ajustando desde lo más sencillo hasta lo más complejo de nuestra vida: acciones, conversaciones, interacciones y formas de aprender. En estos días se refleja, de manera más contundente la fragilidad de los seres humanos, para abrirnos en una invitación al diálogo, a escuchar a los otros y abandonar la intolerancia como discurso y acción.
Así mismo, en medio de la incertidumbre reconocer en las mediaciones tecnológicas el camino para desarrollar formación, genera muchas expectativas para dar respuestas claras a cuestionamientos: ¿Cómo incorporar las mediaciones tecnológicas en la educación de manera efectiva?, cuestionamiento que aún no tenemos claro cómo resolver a pesar de la trayectoria de la llamada revolución tecnológica que ha trasformado el mundo desde años atrás.
Mas más allá del internet y el uso de las TIC, se avanza en nuevas tecnologías que modifican actividades y procesos, como la inteligencia artificial, la impresión en tres dimensiones, la robótica, la biotecnología, la realidad virtual y aumentada. Las nuevas tecnologías están modificando los paradigmas de producción y consumo, lo que inevitablemente tendrá efectos en área de la educación.
Esta inclusión pedagógica transforma el rol que los docentes y estudiantes. Hoy, como vislumbraba Lyotard, quizás el docente no es indispensable en el aula. Este debe de convertirse en un mediador entre el contenido y los ambientes de aprendizaje, creador de experiencias educativas y un motivador para construir conocimiento, lo que lo hace fortalecer en este rol otro tipo de habilidades inexploradas. De otra parte, el estudiante debe aprender a ser autónomo y definir su ruta de formación, ser capaz de auto-dirigirse, auto-evaluarse y auto-motivarse, desarrollando habilidades de auto-aprendizaje que le permitan aprender para toda la vida, saber resolver problemas, ser flexible, creativo y responsable.
Consiente de todos estos retos y con sentido social, la universidad del Tolima debe generar un nuevo tejido en tiempos de adaptación y reacomodación que exige un cambio de paradigma para todos los entes involucrados. Dichas acciones posibilitan llegar a los estudiantes de forma flexible y creativa a través de aulas abiertas llevando el conocimiento mediante los portafolios pedagógicos reactivando el desarrollo de competencias y repensando la forma para encontrarnos detrás de muros.
*CAT Universidad del Tolima