Trump acaba programa
DACA que protege a
800.000 inmigrantes en
EE. UU
Muchos colombianos quedaron en el limbo tras la decisión del mandatario
Cientos de miles de inmigrantes, entre ellos muchos colombianos, quedaron en el limbo este martes luego que el presidente Donald Trump decidiera cancelar un popular programa que les permitía vivir legalmente en Estados Unidos.
El programa, conocido como la Acción Diferida para el Arrivo de Menores (DACA), estaba en vigencia desde el 2012 cuando el presidente Barack Obama lo creo para suspender la deportación de los llamados 'dreamers' o menores que llegaron ilegalmente a EE. UU. siendo muy jóvenes.
La administración republicana, sin embargo, dejó una "puerta abierta", al indicar que postergará los efectos de la Orden Ejecutiva por seis meses y que su fin será gradual.
La idea, de acuerdo con la Casa Blanca, es que durante ese lapso el Congreso, de mayoría republicana, pasé una ley que resuelva el estatus de estos jóvenes.
"La decisión de acabar con DACA no la tomamos a la ligera.Hicimos una evaluación constitucional y concluimos que el programa estaba en conflicto con nuestras leyes migratorias. Dada las recientes acciones legales teníamos dos caminos: Acabar el programa de una manera ordenada que no afecte tanto a sus beneficiarios mientras el Congreso aprueba una legislación o permitir que el sistema judicial lo cancelara de inmediato. Escogimos la opción menos traumática", dijo la Secretaria para la Seguridad Interna, Elaine Duke.
De acuerdo con Duke ninguno de los beneficiarios actuales perderá su estatus hasta la fecha de expiración de su permiso. En algunos casos, como los que se han otorgado recientemente, estos solo acabarían hasta el 2019.
Mecánica de la norma
Pero precisó, a su vez, que de ahora en adelante no recibirán nuevas solicitudes y solo tramitarán aquellas que entraron hasta este lunes 4 de septiembre.
Para estas últimas, incluidas las que entraron para renovación del estatus de DACA, el nuevo permiso concluiría el 5 de marzo de 2018.
De la misma manera, se aceptarán las solicitudes de renovación que se presenten hasta este 5 de octubre y que, de concederse, también se vencerán el 5 de marzo.
Se estima que al menos unos 800.000 personas estarían cobijados por la medida, que les otorgaba además permisos de trabajo por períodos de dos años renovables. Entre ellos unos 12.000 serían colombianos.
los beneficios de DACA se ofrecían solo a personas que llegaron a EE. UU. antes de junio del 2007 siendo menores de 16 años para esa época y que tuvieran no más de 30 años en el 2012 cuando el programa entró en vigencia.
Aunque DACA no conduce a la ciudadanía y ni siquiera entrega estatus de residente permanente, se había convertido en un gran alivio para este grupo de jóvenes que, en muchos casos, llevaban viviendo en EE. UU. casi toda su vida.
De acuerdo con funcionarios de la administración que participaron en una conferencia de prensa desde Washington, una vez pierdan las protecciones de DACA estás personas no serán necesariamente deportadas pues no son una prioridad para las autoridades migratorios.
Riesgo para los ilegales
Insistieron, eso si, en que si una persona está en EE. UU. de manera ilegal, se expone a ser arrestada -y posiblemente deportada- pues ha cometido un delito.
En la comunidad de inmigrantes la noticia causó estrépito pues muchos temen que la información que entregaron a las autoridades para obtener la DACA (teléfonos, dirección, contactos, etc.) pueda ser usada ahora para rastrearlos y expulsarlos del país.
Si bien el fin de DACA era una de las promesas de campaña de Trump, desde su llega a la Oficina Oval, había suavizado su posición, indicando por momentos que se inclinaba por alguna fórmula para mantenerlos en EE. UU.
De acuerdo con fuentes en la Casa Blanca, la situación se volvió insostenible luego que 10 Fiscales Generales de igual número de estados (todos ganados por Trump en las elecciones del año pasado), amenazaran con demandar a la administración si no cancelaba el programa antes de la primera semana de septiembre.
Pare estos la orden ejecutiva firmada por Obama en el 2012 es ilegal pues solo el Congreso cuenta con el poder para hacer cambios a la política migratoria del país.
En otras palabras, la administración Trump, de preservar DACA, habría tenido que defender ante las cortes un programa que también considera inconstitucional.
Para Gustavo Torres, Director Ejecutivo de CASA -una organización que se dedica a la defensa de los derechos de los inmigrantes- el argumento eso solo una "excusa" de Trump para lavarse las manos y dejarle el problema al Congreso.
Dicho eso, sostiene Torres, "el objetivo final siempre ha sido el Congreso pues hasta que no aprueben una reforma migratoria que establezca nuevos parámetros seguirá la situación de incertidumbre que viven a diario estos jóvenes".
Por eso CASA, como la mayoría de agrupaciones pro inmigrantes, enfilaron desde ya su artillería al legislativo donde se esperan se aprueba ante de fin de año una medida que al menos proteja a los 'dreamers'.
Este martes, decenas de grupos se manifestaron en frente de la Casa Blanca, prometiendo no desfallecer hasta que se solucione el impasse.
Pero será nada fácil. Desde comienzos de la década pasada todos los proyectos de ley que se han presentado para reformar el sistema migratorio (incluido el caso de los dreamers), han terminado en fracaso gracias a la oposición del grueso del partido republicano.
De hecho, fue por precisamente por eso que Obama terminó utilizando la vía de las órdenes ejecutivas para abordar el tema migratorio.
Y la situación actual no es diferente. En el Congreso son varias las voces republicanas que respaldan algún paliativo para los 'dreamers'. Entre ellos el propio presidente de la Cámara, Paul Ryan, que tan solo la semana pasada pidió mantener la vigencia de DACA mientras el Congreso encuentra un remedio.
Es más, en este mismo órgano circula ya un proyecto de ley que volvería DACA un programa permanente y que cuenta con la firma de 18 republicanos.
El problema para Ryan -y los otros de su partido que apoyan a los dreamers- es que son la minoría.
Para Ryan, por ejemplo, sería un suicidio político tratar de aprobar una reforma solo con el concurso de un puñado de los miembros de esta colectividad.
Y si bien según las encuestas una mayoría de estadounidenses está a favor de mantener este programa migratorio, dos tercios de los republicanos se oponen. Precisamente los que constituyen la base del partido y que suelen ser decisorios en las elecciones primarias.
Hay quienes dicen que la estrategia de Trump es usar DACA como 'carnada' para obtener fondos para la construcción del muro en la frontera con México y más recursos para elevar los controles migratorios y financiar una "fuerza de deportación", todas promesas de campaña.
Pero para los demócratas -y los grupos pro inmigración- eso equivaldría a un chantaje y de momento se niegan a siquiera considerarlo.
Fuente/El Tiempo