Aunque hay factores que influyen en nuestro sistema inmune que no se pueden controlar como la genética y la edad, hay hábitos de vida que pueden mejorar nuestras defensas durante el confinamiento. Conózcalos acá.
Ronald Mario Cañas Rojas
Enfermero especialista en oncología y Docente de Enfermería en Areandina
El confinamiento causado por el COVID-19 ha cambiado los hábitos de millones de personas en el mundo. Costumbres que invitan a una mala alimentación o a una rutina más sedentaria, al tener una incidencia negativa en el sistema inmune, pueden poner en riesgo la salud de las personas.
Teniendo esto en cuenta, es necesario estar atentos y buscar maneras de tener un buen funcionamiento de la red de células, tejidos y órganos que funcionan en equipo para defendernos de patógenos que pueden enfermarnos.
Presentar síntomas de sueño, malestar, inapetencia, o falta de ánimo no indica que una persona tenga las defensas bajas. La única manera de conocer, ‘a ciencia cierta’ el estado de nuestras defensas es mediante un examen sanguíneo llamado cuadro hemático y, si se quiere ir a fondo, otros exámenes aún más especializados.
Sin embargo, hay ciertas situaciones a las que se les debe tener especial atención. Por ejemplo, si una persona tiene infecciones repetitivamente, sufre de diarreas o gripe con frecuencia, es posible que tenga un sistema inmune debilitado.
No existe una receta mágica para fortalecer o aumentar las defensas, pero sí existen acciones que, al ser realizadas en conjunto, pueden favorecer la estabilidad del cuerpo humano y la producción tanto de defensas como de factores protectores al cáncer; a enfermedades autoinmunes y crónicas (como la hipertensión y la diabetes); virus y bacterias.
Estas son cinco recomendaciones a seguir en casa que le ayudarán a mejorar y mantener sus defensas:
Buena alimentación
La regla de oro es nunca exceder el consumo de ningún alimento por bueno que sea. Por eso, la clave es una dieta balanceada que incluya: proteínas como la carne, el huevo y el pescado; y carbohidratos como los lácteos, las frutas y las verduras (siendo estas dos últimas muy importantes por su alto contenido de vitaminas esenciales y oligoelementos).
Es importante incluir diferentes tipos de vegetales en la dieta de cualquier persona, pues traen enormes beneficios. Por ejemplo, el tomate rojo tiene un alto contenido de licopeno que es una sustancia química que protege al cuerpo del cáncer de próstata o mama. Además, las frutas y verduras de color rojo favorecen el corazón y el tracto urinario. Por su lado, las de color morado evitan los problemas cardiacos; las de color amarillo y naranja favorecen el sistema inmune, el corazón y la visión; las de color verde mantienen los huesos y los dientes fuertes; y las de color blanco o café disminuyen colesterol, mejoran el corazón y disminuyen el riesgo de tener cáncer.
También, para llevar una buena alimentación es fundamental disminuir el consumo de grasas saturadas y fritos. Siempre será mejor cocinar, asar o guisar. Por último, uno de los grandes secretos es siempre tomar, aproximadamente, ocho vasos de agua al día.
Ejercitarse con frecuencia
El ejercicio en casa, y donde sea, es el mejor aliado de la salud física y mental. Hacer rutinas sencillas en casa que saquen el cuerpo del sedentarismo no solo hace que se quemen calorías, también evita el aumento de peso relacionado directamente a enfermedades crónicas y libera endorfinas que estimulan el sistema inmune. En internet encontrará todo tipo de rutinas, tanto para principiantes como avanzados, y para todos los gustos como tabata, yoga, “rumboterapia”, etc. Todo es válido desde que se estimule la actividad física.
Descanso y dormir mínimo 8 horas
Permitir que el cuerpo se recupere durante el sueño evita una gran cantidad de complicaciones y enfermedades. Una adecuada ‘higiene del sueño’ garantiza agilidad mental, mejora en los procesos vitales del cuerpo y disminuye el riesgo de obesidad, fatiga y problemas mentales.
Manejar el estrés
Los malos sentimientos, la tristeza, el desamor, los duelos no resueltos y el estrés tienen cientos de estudios científicos en los que se les relaciona directamente con la disminución de defensas y de factores protectores, convirtiendo al cuerpo en un blanco perfecto para las enfermedades. Si se aprenden a canalizar los malos sentimientos haciendo duelos adecuados y manejando los niveles de estrés, la salud de cualquier persona puede mejorar notablemente y su cuerpo estará mejor preparado ante una infección.
Una buena sexualidad
Las caricias, los besos, los masajes, el erotismo, los estímulos, el amor, la intimidad en pareja y propia ayudan a mejorar el estado de ánimo de las personas. De hecho, pueden ser analgésicos, aumentar las endorfinas (es decir que generan felicidad), disminuir el insomnio, reducir la presión arterial, mejorar el sistema cardiovascular, limpiar los poros de la piel, y fortalecer huesos y músculos. Estudios señalan que mantener relaciones sexuales, al menos dos veces por semana, mejora el sistema inmune, ya que libera inmunoglobulinas (factores protectores para evitar enfermedades como el virus de la gripe).
Aunque aumentar las defensas en casa no es tarea fácil, si se tienen en cuenta estas recomendaciones, se podrá tener un sistema inmune fortalecido y preparado para defenderse ante cualquier “batalla” biológica.
Fuente: Comunicaciones Areandina Pereira
Fecha:
28 de Septiembre de 2020 Lugar: Colombia Regresar |
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