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Experiencia educativa sobre bilingüismo en Pereira se volvió un caso de exportación

La alianza construida entre el Liceo Pino Verde y el colegio Alfonso Jaramillo Gutiérrez para la enseñanza de inglés, llamó la atención de la Fundación Inicia Educación de República Dominicana, la cual envió al grupo de ganadores de un concurso de educación que realiza cada año, para adelantar una pasantía en Colombia y conocer de cerca esta enriquecedora experiencia. Así lo relata Stella Ríos Patiño, quien lleva más de 40 años vinculada a la educación y estuvo durante 24 años al frente del Liceo Pino Verde, el cual fundó hace varias décadas junto con tres amigos más.

La trayectoria de Ríos Patiño comenzó en 1971 como maestra del recién inaugurado colegio Iném Felipe Pérez, viajó a Inglaterra a aprender inglés, laboró en la Secretaría de Fomento y Desarrollo de la Gobernación como supervisora, adelantó estudios de especialización en la Universidad del Valle y una maestría en cuya tesis planteó la creación de la Secretaría de Educación de Risaralda y la elaboración del plan trienal educativo para el departamento. En la Gobernación de Germán Gaviria asumió la Secretaría de Educación y fue invitada por el Ministro de Educación Rodrigo Escobar Navia y Vicky Colbert, de Escuela Nueva, dirigir la campaña nacional de alfabetización, Camina. Le correspondió ayudar desde el sector público a la implementación del Liceo Francés, le dio un impulso definitivo al Liceo Inglés y luego fundó el Liceo Pino Verde.

¿Porqué eligió a Camina, la campaña de alfabetización, sino creía en ella?  

Analfabetismo y educación de adultos eran temas que yo tampoco conocía mucho, lo cual me obligó a estudiar y a retarme cinco veces más de lo normal. Pero se me fueron abriendo caminos y posibilidades, trabajé de manera comprometida y entusiasta y se logró algo muy bonito. En esto fue fundamental el papel del Presidente Belisario Betancur, que como jefe de estado se tomó el trabajo de llamar cada semana o cada 15 días a todo el equipo para que le rindiéramos cuentas de cómo iba el programa y si había un atasco llamaba al ministro o al funcionario responsable para solucionarlo. La pretensión del Presidente Betancur con Camina fue llegar al mayor número de personas analfabetas con las cartillas y elementos de alfabetización a algo más de 1100 municipios. A las zonas rurales llegamos con una metodología que hoy en día tal vez cause risa, pero que era lo más avanzado en tecnología en la época: era la metodología del disco-estudio que venía con una radiola para su reproducción. Incluso el Sha de Irán, en esa época, envió una misión para conocer el proyecto.  

¿En qué circunstancias se vinculó al Liceo Inglés?  

Cuando se creó el Liceo Francés yo estaba en la Secretaría de Educación y les ayudé con la redacción de algunos documentos y les colaboré porque me parecía que era muy importante la llegada de un esquema educativo diferente que rompiera con lo que se venía ofertando, no porque lo tradicional fuera malo sino porque había que empezar a avanzar en otras alternativas de educación y con estrategias distintas. Cinco años más tarde, cuando el Liceo Inglés tenía algo más de un año de creado, me llamaron para la rectoría. Cumpliendo la maldición del padre Cañarte regresé feliz a Pereira y estuve con el Liceo Inglés 10 años: lo recibí chiquitico con una matrícula de 70 alumnos y lo entregué adolescente con la secundaria casi completa y más de 650 estudiantes.  

¿Cómo surgió la idea del Liceo Pino Verde?

Empecé a soñar con otra posibilidad educativa que fuera distinta, para no hacer exactamente lo mismo que no daba resultado y que, al menos, se pudiese ensayar el cambio. Invité a Ricardo Eastman, educador y escritor de vena, a Diana Ángel y a Patricia Salazar, para que me acompañaran en este sueño y arrancamos a luchar por un plantel que hoy en día se presenta como un colegio de ciudad, interesante, dinámico, que se mueve, experimenta. Un colegio bien posicionado, no solo por los resultados de las Pruebas del Estado, sino porque sigue siendo único en el ejercicio social y ciudadano. Y eso es lo más valioso del mundo porque esas son las cosas de la educación tradicional que no se pueden dejar perder, pero que se ha venido perdiendo a pasos agigantados.  

¿Ahora, tras su retiro del colegio, a qué está dedicada?  

Quiero con mayor razón dedicarme al trabajo de ciudad. Además tuvimos una experiencia maravillosa que surgió por azar, cosas en donde uno se ve obligado a utilizar la palabra: magia. Estábamos en la comisión de empalme para la actual administración y me encontré con un señor que se levantó y habló muy bien, me quedé sorprendida de su inteligencia y de su rigurosidad. Era Carlos Abraham Villalba, rector del colegio Alfonso Jaramillo Gutiérrez, con quien construimos la alianza más hermosa que alguien se pueda soñar en trabajo de pares, en trabajo real y serio, para la enseñanza del bilingüismo.  

¿Esta experiencia que ha despertado el interés de otros países?  

Ese modelo acaba de ser visitado por delegación de la fundación Inicia Educación, de República Dominicana, que se impactó mucho con esta experiencia basada en una relación absolutamente respetuosa. Yo utilizo una palabra muy fuerte: despotismo. He venido sosteniendo que la educación privada ha mantenido una posición muy egoísta, déspota, frente a la educación pública. Vivimos de espaldas frente a ella, con el síndrome del ombligo, trabajando por nosotros y por los nuestros y por los benditos resultados de las Pruebas de Estado, mirando para dentro pero no hacia afuera. No hay colegios de ciudad ¿dónde quedó la formación cívica y dónde se cimienta los social?  


¿Qué pasó con la visita de esta delegación?  

En República Dominicana hay una organización muy importante, auspiciada por la familia Vicini que creó la fundación Inicia Educación para asumir temas sociales y educativos. Inicia tiene un Fondo de Innovación a través del cual realiza actividades con el Ministerio de Educación en algunos temas de eficiencia y eficacia del sistema escolar. Vinieron a conocer las experiencias de Pino Verde con el colegio Alfonso Jaramillo en bilingüismo, la de Pino Verde en Cartagena con los colegios en concesión y la del colegio KET Kuepa Edu Tech. También realizan un congreso anual, al que fui invitada este año, con más de 1000 asistentes de todas partes de América  y un gran grueso de maestros dominicanos, además ellos premian las mejores experiencia educativas, como en Colombia el Premio Compatir Maestro.  

¿Cuál es el premio que reciben los ganadores del concurso?  

A los ganadores de ese premio los llevan a una pasantía, el primer año fue en Chile en un viaje cultural, turístico y recreativo, pero muy pedagógico. El segundo año llevaron los ganadores a Argentina y en este año estuvieron en Colombia. En Pereira, en la alianza Pino Verde – Alfonso Jaramillo fue una experiencia muy nutritiva porque vieron como trabajamos con niños estrato 5 y 6 y también con niños de población vulnerable, carentes de todo: de afecto, de papá, de mamá… Estuvieron acá diez días.  

¿El propósito es replicar este modelo exitoso en República Dominicana?  

La idea con estas pasantías es, justamente, que estos docentes se nutran, escuchen, vean cosas distintas, que pueden o no servirles. Se vuelve muy vivencial el aprendizaje al hacer la pasantía compartiendo con los maestros, viendo las clases y viviendo todo. Y la experiencia les atraviesa la piel, como digo yo. En síntesis ha llamado mucho la atención lo de la alianza, al punto que cuanto expuse ese tema en el congreso de educación en República Dominicana no lo creían, por ejemplo los delegados de Argentina decían que eso no era posible. Porque además no era el esquema conocido de operación en donde un colegio privado apadrina un público, porque esto no es padrinazgo, no es asistencialismo, no es paternalismo…  

¿Qué va a pasar ahora con este proyecto?  

La Fundación Inicia va a contratar una investigación para que esta alianza sea un caso de estudio a nivel de facultades de educación en República Dominicana y se nos cursó invitación al congreso del año entrante con una ponencia del Liceo Pino Verde y la Universidad Tecnológica, de Juan Antonio Escobar y Andrés Duque, la cual hemos llamado literatura entrometida. Dado que la mayoría de los pasantes que vinieron son de ciencia y tecnología pensábamos que hablarles de literatura era aburrirlos enormemente, enloquecerlos y quizás llevarlos al suicidio. Pero pasó todo lo contrario, así que el planteamiento es como meter la literatura en todos los procesos, en matemáticas, en ciencias, en física.  


Fuente: eldiario.com


Fecha: 28 de Agosto de 2019
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